El Papa Francisco ha vuelto a aparecer en público este domingo, marcando el final de un período de 38 días de hospitalización debido a una bronquitis persistente que evolucionó a neumonía bilateral. El pontífice, de 88 años, se dirigió a una multitud de fieles desde el balcón del Hospital Agostino Gemelli de Roma, expresando su gratitud con un «Gracias a todos» pronunciado con voz débil, reflejo de su reciente lucha contra la enfermedad.
Tras este breve encuentro, el Papa Francisco fue dado de alta y se le vio saliendo del hospital en coche, con cánulas nasales, encabezando un convoy hacia la basílica de Santa María la Mayor de Roma, un lugar de especial significado para él, antes de regresar al Vaticano y a su residencia en Santa Marta.
Durante su estancia en el hospital, que comenzó el 14 de febrero, el Papa enfrentó varias crisis respiratorias, insuficiencia renal leve y anemia. A pesar de la gravedad de su situación, descrita como «clínicamente compleja» por el Vaticano, el Papa Francisco continuó con sus deberes, aunque con limitaciones.
El equipo médico, liderado por Sergio Alfieri, informó que el Papa ya no sufre de neumonía bilateral, aunque deberá someterse a un período de convalecencia de dos meses. Este período incluirá tratamiento farmacológico, fisioterapia respiratoria y motora para recuperar completamente su voz y movilidad.
La Santa Sede ha mantenido un perfil bajo durante la hospitalización del Papa, compartiendo solo una imagen del pontífice durante este tiempo. Sin embargo, el Papa Francisco ha seguido comunicándose a través de mensajes de audio y comunicados escritos.
En su mensaje del Ángelus del domingo, el Papa también abordó temas globales, pidiendo el fin inmediato de los conflictos en Gaza y Ucrania, y celebrando el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán. Además, agradeció a todos los que rezaron por su recuperación.
La recuperación del Papa Francisco es un testimonio de su fortaleza, aunque aún se desconoce cómo afectará su agenda futura, incluyendo eventos importantes como la Semana Santa y la visita del Rey Carlos III de Inglaterra.