Un devastador incendio en una subestación eléctrica cercana al aeropuerto de Heathrow ha provocado el cierre total de la principal terminal aérea de Londres, sumiendo a miles de viajeros en el caos y dejando a oscuras a más de 16.000 hogares en el oeste de la ciudad.
El siniestro, que se desató en la madrugada del viernes en Nestles Avenue, Hayes, a escasos dos kilómetros del aeropuerto, movilizó a un contingente de 70 bomberos y 10 camiones para combatir las llamas. La magnitud del incendio provocó cortes de energía generalizados, afectando no solo al aeropuerto, sino también a un extenso radio residencial.
Heathrow, uno de los aeropuertos con mayor tráfico del mundo, se vio obligado a suspender todas sus operaciones hasta nuevo aviso, con la cancelación y el desvío de más de 1.300 vuelos programados. La medida ha generado una onda expansiva de interrupciones en el tráfico aéreo internacional, afectando a cientos de miles de pasajeros.
«La seguridad de nuestros pasajeros y personal es nuestra máxima prioridad», declaró un portavoz del aeropuerto, instando a los viajeros a no dirigirse a la terminal y a contactar con sus aerolíneas para obtener información actualizada.
Mientras tanto, los bomberos han logrado controlar el incendio, pero continúan trabajando en el lugar para asegurar la zona y realizar las investigaciones pertinentes. El ministro de Energía, Ed Miliband, calificó el incidente como «sin precedentes», destacando la inusual afectación de los generadores de reserva.
La situación ha generado una ola de solidaridad, con aeropuertos vecinos como Gatwick ofreciendo su apoyo para recibir vuelos desviados. Sin embargo, se prevé que las repercusiones del cierre de Heathrow se prolonguen durante días, generando un efecto dominó en el tráfico aéreo global.