El Ayuntamiento de El Morell presenta los últimos datos sobre compuestos orgánicos volátiles (COV), fruto de un programa conjunto con la UPC que monitoriza la atmósfera del municipio.
Monitoreo continuo para garantizar un aire más sano
El Morell ha mantenido activo, desde 2024, un convenio con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) para vigilar la calidad del aire local. Gracias a una inversión anual de 34.800 €, se instalan sensores y se recogen muestras durante episodios con olores o molestias.
El alcalde, Eloi Calbet, ha resaltado que el estudio permite entender “qué respiramos” y ofrecer datos fiables a la población. Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, Èrika Moreno, destaca que al tomar muestras en cuatro puntos distintos del municipio se consigue un retrato más completo de las fuentes de contaminación.
Resultados: mejoras, picos y compuestos concretos
Entre julio de 2024 y agosto de 2025, el Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la UPC analizó 47 muestras durante episodios críticos. Se identificaron más de 60 compuestos, y se evaluó la concentración total de COV, con valores entre 20 y 431 µg/m³.
Aunque la mayoría de los valores se encuentran dentro de rangos controlables, el 17 % de las muestras supera el umbral de comodidad de 200 µg/m³. En cuanto al benceno, se detectaron concentraciones entre 0,4 y 11 µg/m³, y un 15 % de los episodios mostraron valores por encima de 5 µg/m³.
Especial atención merece el 1,3-butadieno, un compuesto con potencial riesgo: en algunos episodios alcanzó hasta 20 µg/m³. Aproximadamente un 19 % de las muestras presentaron niveles superiores a 2 µg/m³, lo que indica su presencia recurrente.
Además, el 55 % de los episodios estudiados generaron reportes de molestias olfativas, con una puntuación media de entre 1 y 3 unidades de olor.
Origen potencial y futuro de la investigación
Pese a los resultados alentadores, el estudio apunta a correlaciones entre las emisiones detectadas y la dirección del viento procedente de zonas industriales, como la petroquímica, la refinería o la planta de residuos. En varios momentos, las concentraciones de COV suben cuando el viento sopla desde estas áreas.
Los expertos de la UPC consideran que algunos picos de 1,3-butadieno podrían estar relacionados con emisiones puntuales industriales. Por ello, plantean un seguimiento constante a lo largo del tiempo para rastrear su origen y diseñar estrategias más precisas.
El Ayuntamiento de El Morell apuesta por la continuidad del proyecto. Según su alcalde, la Generalitat debe asumir un papel central en estos estudios y reactivar la Mesa de la Calidad del Aire del Camp de Tarragona, que no se convoca desde 2022. “La calidad del aire es responsabilidad compartida: pedimos más implicación de todas las partes para proteger la salud sin frenar la actividad económica”, subraya Calbet.
