Por Ricky B. · 22 de octubre de 2025
Mal de ojo: entre superstición y tradición
Cuando el cuerpo habla
En ciertas ocasiones uno se siente cansado, mareado, con dolor de cabeza o tal vez con algún malestar que no puede atribuir a muchas cosas. Son síntomas que el ser humano ha sentido desde el comienzo de los tiempos.
Estos síntomas han forjado una cierta superstición que ha traspasado cualquier creencia, religión o fundamento científico.
La mirada que inquieta
Síntomas que una abuela de esas que se respetan atribuye sin ningún lugar a discusión al implacable MAL DE OJO.
No hay casi individuo de ninguna cultura ni civilización o raza que no haya sucumbido al inefable poder de las miradas cargadas de envidia, enojo, recelo o hasta deseo profundo.
Ese hechizo se debía tratar con urgencia y ha dado trabajo a brujas, chamanes y «manos santas» alrededor del globo. Este hechizo se trataba con amuletos, conjuros y rituales de manera inexorable, y aun hoy siguen vigentes, vivos e indiscutibles.
Amuletos y rituales modernos
Todos hemos tenido a una anciana eructando o bostezando descontroladamente mientras murmuraba algún conjuro secreto. Este solo podía ser compartido de maestro a discípulo en tiempos de Semana Santa o Navidad, para que el aprendiz siguiera con la tradición de luchar contra el mal desde un humilde pero poderoso lugar.
También, probablemente uses amuletos como la cinta roja o el nazar u ojo turco, para evitar dicho mal. Dicen que caminar descalzo o hacer cruces con vinagre en la frente del damnificado también rompe el hechizo.
Ciencia y superstición
Ahora bien: ¿Será cierto que una mirada puede somatizarse en el cuerpo del otro? ¿Tendrá la ciencia alguna explicación al respecto considerando que aun no se ha descubierto, por ejemplo, el motivo por el cual los bostezos se contagian?
¿Tendremos realmente los seres humanos el poder de hechizar y deshechizar al otro con la facilidad con la que trabajamos el mal de ojo?
Bueno… a ciencia cierta, no hay razones para creer o descreer. Muchas veces he escuchado a médicos decir «si no es invasivo, no hay por qué rechazarlo» cuando los padres preocupados le planteaban la posibilidad de ir a la curandera del pueblo a curar el mal de ojo de su niño insomne.
Un legado humano
La verdad es que el mal de ojo está tan arraigado a la humanidad que casi se podría decir que es inherente a la misma.
Por las dudas… hoy… no me olvido mi amuleto.
